Aprovechando que el tiempo nos dio una pequeña tregua, fuimos a conocer la granja escuela de Castropol. La experiencia superó nuestras expectativas y las respuestas de los usuarios fueron muy buenas y enriquecedoras.
El contacto con los animales les reportó beneficios emocionales y calidad de vida, pero también facilitó la motivación y la estimulación cognitiva. Maximina, Aurora, Marina, Fefa y Sisa estuvieron muy implicadas en la actividad.
El cuidado del huerto también estuvo presente durante la jornada y evocaron muchos recuerdos de una actividad que formaba parte de su vida cotidiana, y además... ¡Nos regalaron unas lechugas! 😊
Para finalizar el día en la granja escuela de Castropol nos pusimos manos a la masa y elaboramos unos bollos de pan. Cuando nos fuimos quedaron horneándose, seguro que los jóvenes y los monitores dieron buena cuenta de ellos. Muchas gracias por el trato recibido.
No nos podíamos marchar sin probar el pote gallego, estaba riquísimo. Y para terminar dar las gracias a nuestras voluntarias M ª José y Salomé por su colaboración incondicional.
Q bien lo pasamos todos,gracias a vosotras por dejarnos formar parte de ese gran trabajo q hacéis,mil besitos
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