Como todos los años, por fin, llegó el esperado día del Magosto. A veces, lo sencillo, triunfa. El día anterior nuestras usuarias como siempre dispuestas prepararon las castañas. Al día siguiente la mañana parece que prometía, tiempo otoñal, una bonita decoración para recibir a los usuarios, olor a castañas, sus rostros muestran alegría y expectación. Personal y usuarios compartimos castañas y zumo de manzana, ¡estaban muy ricas! Lo demás vino solo, atuendos, complementos, cantares, panderetas y sobre todo, la incondicional implicación del equipo de profesionales que nunca falla y siempre estamos ahí.
